domingo, 4 de febrero de 2018

Los amos del mundo



Es sorprendente que casi nadie se pregunte
por qué los amos del mundo no creen en Dios
Alguien dirá y qué sabes tú cernícalo
Yo como la mayoría no conozco a esa gente
y no pienses que me arrepiento
si bien no es necesario ser demasiado perspicaz
para comprender que sólo creen en sí mismos
y en la riqueza que les proporciona su poder
Aunque financien iglesias y sectas
aunque promuevan fes y religiones
con sus severas leyes y su podrido dinero
Nos necesitan dóciles creyentes y piadosos
pobres ignorantes y cobardes
Sus portavoces te prometen la gloria
sólo si mueres miserablemente sometido
humillado ofendido derrotado
aunque satisfecho de sentirte un mártir
No pequéis —exigen— no robéis
pero si robáis hacedlo entre vosotros
ya os indicaremos cómo a quién y cuánto
No pequéis —ordenan— no matéis
pero si matáis que sea entre vosotros
ya decretaremos dónde a quién y cuándo
Es curioso que casi nadie repare
en que los amos del mundo —esos canallas—
son los únicos y verdaderos dioses
Hasta un cernícalo se daría cuenta

No hay comentarios:

Publicar un comentario